Cuando más inteligentes nos creemos los seres humanos más fácil es que un animal nos dé una lección sobre la vida, como podemos ver en esta situación. Un perro enseña a un cachorro a bajar las escaleras, guiándole paso a paso para que pierda el miedo a la altura como podemos verle. Y es que parece que el pequeñín no acaba de verse bajando los escalones uno a uno, por mucho que su dueña le llame y le anime a bajar para comprobar que realmente no ocurre nada.
El perro grande baja y sube para que le imite, empujándole con cariño con el hocico para que se anime aunque sea a intentarlo. Llega a hacer un pequeño atisbo de intento pero rápidamente se asusta el pobre, viendo que tanto el otro perro como su dueña se encuentran tan cerca pero a la vez tan lejos, en una situación muy dura.
Al final consigue bajar, para alegría de todos los que hemos podido verle intentarlo junto al perro más grande. Una escena encantadora que nos demuestra que los animales pueden ayudarse mutuamente sin esperar nada a cambio, y que comprenden las limitaciones de cada uno en las distintas situaciones que afrontan.