La naturaleza es sabía, incluso en esas situaciones donde nos parezca que ha fallado estrepitosamente con el diseño de los seres vivos que ha creado. Esto nos pasa con las cabras, que al verlas tan delgaditas, con esas patas tan finas y con poca carne se nos antoja imposible imaginarlas escalando por las montañas, como se supone que hacen realmente. En documentales hemos podido verlo pero casi siempre son en zonas con muchos huecos y escalones, lo que hace que la hazaña no sea tan increíble.
Pero lo de esta cabra es muy diferente ya que escala una pared vertical. Sin apenas recovecos, sin huecos donde agarrarse, es una pared lisa como el mármol donde nadie se atrevería a meterse por no tener ningún sitio al que sujetarse. Ver a esta cabrita alzar el paso sin miedo alguno nos ha dejado realmente impresionados.
Una cabra muy valiente, que nos demuestra que cuando uno siente que está realmente preparado para lo que ha sido diseñado tiene que ir a por todas con ello. Esta cabra al final se da cuenta que hay un punto muerto por el que no puede avanzar, lo cual no quita para que nos siga impresionando por lo conseguido.