En el fútbol hay espacio también para hacer las mejores bromas existentes. A pesar de ser un deporte que exige un rendimiento absoluto y una dedicación completa incluso los jugadores profesionales tienen momentos de lo más cómico, algunos hechos a conciencia y otros que han surgido de forma espontánea por su forma de actuar. Y es que no hay mejor manera de que salgan situaciones chistosas cuando ocurren por puro azar entre los jugadores.
Tenemos situaciones divertidísimas, como el cabezazo inicial que no le haría daño a nadie y que hace que el jugador milagrosamente caiga al suelo sin conocimiento, o el gol que anulan injustamente por pasar realmente a través de la portería pero salirse por un pequeño agujero que tenía la red, como si realmente hubiese chocado contra uno de los palos y hubiese salido rebotado, algo totalmente imposible.
Con futbolistas así de chistosos no sabemos para qué existen profesionales del humor en el mundo, solo hay que poner a la gente en un campo y que salgan por sí solas las situaciones ridículas que podemos ver aquí. Escenas que no tienen desperdicio alguno, lo más difícil al verlas es decidir cuál de ellas nos gusta más, algo realmente complicado.