EL CAOS INVADIÓ AL REPORTERO


Cuando se manda a un reportero a registrar una noticia normalmente se tiene cuidado de mandar a alguien objetivamente experto, capaz de afrontar el reto por difícil que sea.
Las compañías normalmente tienen en nómina una larga lista de periodistas con diferentes capacidades y experiencia, teniendo en su haber expertos capaces de registrar hasta la guerra más cruenta como el que se mete en medio de un volcán para comprobar qué ha sido esa extraña explosión en su interior.
Esta vez el reportaje era en una riada, donde el nivel del agua era muy grande. El valiente reportero se metió embutido en un chubasquero de lo más curioso pero ni con esas pudo evitar caerse en el agua, quedando con un aspecto bastante ridículo. Se hunde prácticamente hasta el fondo, y todo esto mientras la cámara seguía grabando su avance por las aguas sucias después de la riada y transportar basura de la calle.

Un pobre hombre que seguramente se busque otra profesión después de haber hecho el ridículo de una forma tan espantosa. Al menos le queda el recuerdo de haber ido a una zona relativamente peligrosa, con todo ya controlado claro, pero siempre manteniendo ese resquicio de que no era 100% seguro.